1. Alta resistencia de conexión
El proceso de brasado puede formar una unión metalúrgica sólida entre el cobre y el aluminio, con una resistencia de conexión mucho mayor que la de los métodos de conexión mecánica convencionales, capaz de soportar fuerzas considerables de tracción e impacto.
2. Unión de interfaz ajustada
Durante el proceso de brasado, el material de relleno para brasado se extiende completamente y se distribuye en la interfaz cobre-aluminio, formando una capa de unión ajustada, reduciendo efectivamente la resistencia de contacto y minimizando los problemas de calentamiento causados por un mal contacto.
3. Buena resistencia a la corrosión
La conexión sellada formada por el brasado puede evitar que sustancias externas como el aire y la humedad entren en la interfaz cobre-aluminio, reducir la ocurrencia de corrosión electroquímica y mejorar la resistencia a la corrosión del terminal en diferentes entornos.